Hablemos de corbatas

Tradicionalmente la corbata es un símbolo de poder, elegancia, formalidad..., pero esta prenda se ha ido adaptando a las nuevas tendencias y ya se puede disfrutar de ELLA a diario.

Es cierto que hay tanta variedad en tejidos, colores y formas que muchas veces enloquecemos para elegir la correcta o directamente la descartamos si no es obligatoria para la actividad profesional.

Si la CORBATA no forma parte de tu look profesional o de ocio, te animo a que le hagas un hueco en tu armario. Te saldrá más barato invertir en varios modelos para conseguir un look diferente a diario que invertir en chaquetas, jerséis..., y en invierno la agradecerás. 

Os quiero ayudar en esta elección.

Podemos dividirlas en 3 estilos: TRADICIONAL, MENOS TRADICIONAL Y CASUAL.

La FORMAL. Colores sólidos (1 solo color) o con pequeños motivos. De seda. Deben ir con traje formal gris, negro o azul marino. Con camisa blanca. Nudo perfecto y ajustada al cuello de la camisa. La camisa sin botones en el cuello y con ballenas.

 

 

La MENOS TRADICIONAL. Aquí podemos jugar con más estampado y colores más atrevidos, normalmente rayas oblicuas de diferentes tamaños, dibujos pequeños o algún otro motivo. El tejido de seda o mezcla con poliester. Normalmente acompaña a un traje menos formal como un príncipe gales, espiga, ojo de perdiz..., colores sólidos como marrones, azules, verdes..., y las camisas pueden ser de color o rayas finas.

 

 

La CASUAL. Aquí tenemos nuestro fuerte. Si no trabajas con traje, seguramente no recurres a una corbata. ERROR. Los complementos de los hombres son muy limitados, si también eliminas de tu look habitual la corbata, tu vestuario llegará a ser bastante aburrido.

Volvamos atrás, si a un traje tradicional cambiamos la corbata, se notará una diferencia, y si cambiamos también camisa, parecerá un traje diferente. Pues lo mismo podemos aplicar en el vestuario más casual.

Para ello elige corbatas más desenfadadas, cuadros, rayas multicolor, rombos..., los tejidos con textura y mates, como la lana, punto o algodón. Puedes ponerlas con nudo tradicional pero holgadas del cuello. Con camisas estampadas, rayas, cuadros, flores, con cuellos menos rígidos y de tejidos suaves..., con jerséis de lana o punto, chaquetas de punto, americanas...

 

 

 

 

 

ELLAS te pueden ofrecer un look muy carismático sin perder ese punto casual.